
Los resultados de la CONSULTA ANTICORRUPCIÓN no me extrañan en un país donde El Gran Colombiano es un culebrero, el Gran Poeta Urbano es Maluma, donde la noticia es ver a Epa Colombia bañándose en la fuente del museo de Louvre, donde el Presidente del Congreso estudió en la universidad sin ser bachiller, donde el Fiscal anuncia los casos de corrupción después de que gana el corrupto, donde el Contralor agradece públicamente a los ladrones que debe cuidar, donde, donde.... Por el contrario los resultados son muy buenos, sin ser los mejores ya que aún estamos lejos de ser un país de verdad.
Aunque muchos dicen que es un triunfo los más de 11 millones de votos, la verdad es que siempre ha sido una derrota, no es la primera vez que tenemos la opción de cambiar el rumbo y siempre fallamos, no en vano somos seguidores de una selección que "juega como nunca y pierde como siempre".
¿Donde fallamos?, fallamos en creer que la solución es ahora cuando debe ser siempre, hemos perdido la paciencia, por eso pulula el narcotráfico y la corrupción, porque queremos todo fácil y ya, a esto le sumamos el daño irremediable que el Uribismo ha causado en una generación y posiblemente en 2 más.
El problema está en nuestras aulas, no enseñamos a pensar, el maestro dejó de inspirar, dejó de creer en él mismo, muchos incluso están por accidente allí, por fortuna muchos han convertido ese accidente en un apostolado o de lo contrario no existirían esos 11 millones que aún piensan diferente.
No todo está perdido, eso lo vimos ayer, pero no haremos nada si no tenemos la paciencia de comenzar a sembrar conciencias desde ahora y eso se hace desde las aulas de clase a todos los niveles.
Hace unos meses un docente me decía que faltaba la cátedra de ciudadanía, no, lo que falta son docentes que quieran enseñarla, no se requiere que esté en el pensum, debe ser parte del compromiso del docente; si cada docente sacrificara 30 minutos mensuales de su cátedra para dedicarla a reflexionar con sus pupilos, tendríamos en el semestre horas de análisis que luego se reflejarán en la cotidianidad.
Este debe ser un compromiso a todos los niveles, desde el preescolar hasta el posgrado, debe ser un ejercicio que llegue a la casa de nuestros estudiantes, deberíamos dejar tareas sobre ciudadanía, así como algunos docentes dejan tareas para que las mamás las hagan, deberían de aprovechar esta circunstancia para que todos nos educáramos.
Las redes sociales son también otro medio de educación, fallamos cuando dejamos que la estupidez sea más importante que las ideas, fallamos cuando dejamos el arte y la política en manos de bandidos.
Muchos le apostarán con estos votos a las elecciones locales, eso no funciona así, este es un país que nombra al bandido porque el intelectual prefiere la seguridad de su pensamiento ante las aguas turbias de la ignorancia colectiva.
El día en que los docentes aportemos de verdad, ese día podemos apostarle al cambio, antes solo será un desgaste e ilusión de un día.
Fabio Alberto González Salgado
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